A pocos kilómetros del centro de Dublín, en la otrora aledaña población de Rathfarnham se encuentra «The Hermitage», la hermosa mansión del siglo XVIII que fue la segunda sede de St Enda’s, la escuela fundada y dirigida por Patrick Pearse.
Pearse fue un agudo crítico del sistema educativo irlandés. En su ensayo «The Murder Machine» desarrolló su idea de la educación como medio de formación ideológica; exponiendo como el sistema educativo desarrollado por los ingleses en Irlanda promovía el peor de los colonialismos: el intelectual. En contraparte, él quiso mostrar en St. Enda’s cómo debía ser la educación para formar a un republicano.
La escuela tuvo sus inicios en 1909, enfatizando la educación bilingüe (sólo las clases de ciencias se dictaban en inglés) y la cultura irlandesa, así que se enseñaba literatura e historia y se practicaban deportes «célticos» como el hurling. Pero las intenciones de los hermanos Pearse iban más allá y en la búsqueda de una educación liberal, una experiencia educativa que potenciara las cualidades de los jóvenes se dio gran importancia a las artes y el deporte, se realizaban clases al aire libre y el sistema de administración de la escuela incluía un «consejo estudiantil» donde se debatían propuestas que luego se sometían a votación, en un ejercicio de democracia desconocido en el país en esa época.
Entre los magníficos jardines se instaló un huerto, donde los estudiantes recibían clases de un anciano campesino de Donegal que sólo hablaba gaélico, donde cada uno era responsable de un área. Patrick Pearse también aprovechó sus relaciones entre la intelectualidad pro-republicana para que sus estudiantes recibieran conferencias de conocidas personalidades como Douglas Hyde (fundador y presidente de la Liga Gaélica), Eoin McNeill (catedrático de historia irlandesa), Alice Stopford Green, William Butler Yeats y Roger Casement, entre otros. Esta es una foto del lugar donde se llevaron a cabo dichas conferencias, así como frecuentes representaciones teatrales.
La oficina de Patrick Pearse, reconstruida fielmente con gran parte de los muebles y libros originales.
El salón familiar, reconstruido del mismo modo.
Y las habitaciones de los estudiantes.
Incluso se exhiben muestras del trabajo realizado por estudiantes y profesores… herbarios de la vegetación de la zona ¡en gaélico!
Se muestran también, comentarios sobre la vida en la escuela de antiguos estudiantes y maestros. Como éste de Ella Young, una conocida escritora.
Creo que definitivamente, es un lugar que merece visitarse.